En
1971, a poco tiempo de la disolución de The Beatles, Tariq Alí y
Robin Blackburn sostuvieron con John Lennon y Yoko Ono una larga y
abierta conversación. Incluida en Street
Fighting Years,
libro que Tariq Alí publicara en 2005 en la editorial Verso, la
entrevista apareció en un par de publicaciones en aquellos
principios de la década de los años setenta, aunque pasó algo
desapercibida, pese a ser mucho más interesante que la bien conocida
e interminable serie de preguntas y respuestas que le hiciera Jann
Wenner para Rolling
Stone.
Alí y Blackburn permitieron que Lennon se explayara y lo provocaron
y animaron cuando éste daba muestras de dejadez o cansancio. Entre
otras cosas, Lennon cuenta que George Harrison y él se brincaron las
trancas y hablaron en público contra la Guerra de Vietnam; discute
la lucha de clases de un modo envolvente, defiende la música rural y
el blues, sugiere que las mejores canciones de Dylan son herederas de
las baladas revolucionarias irlandesas y escocesas y disecciona sus
tres versiones de “Revolution”.
Alí:
Tu más reciente disco [John
Lennon-Plastic Ono Band]
y tus más recientes declaraciones públicas, especialmente las
entrevistas en Rolling
Stone,
sugieren que tus puntos de vista se han vuelto más y más radicales
y políticos. ¿Cuándo comenzó a ocurrir esto?
Lennon: Siempre he sido propenso a lo político, ¿sabes?,
y estoy contra el statu quo. Es lo básico cuando creces,
como yo, odiando y temiendo a la policía como un enemigo natural y
desprecias al ejército como un ente que se lleva lejos a tantos –y
los abandona, muertos, en alguna parte. Es decir, es lo básico para
la clase trabajadora, pero comienza a deslavarse cuando creces, te
haces de familia y te ves tragado por el sistema. En mi caso nunca he
dejado de tener mentalidad política, aunque la religión tendió a
encubrírmela durante mis días de pasón con ácido, en
1965 o 1966. Y esa religiosidad era el resultado directo de toda la
mierda de ser superestrellas; era una salida a mi propia represión.
Pensaba: debe haber algo más en la vida, ¿no? Esto no es todo,
¿verdad?
Pero siempre fui propenso a lo político en cierto sentido,
¿sabes? En los dos libros que he escrito, aunque los escribiera en
esa suerte de aparente sinsentido joyceano, siempre había críticas
a la religión, incluso tengo una obra de teatro entre un obrero y un
capitalista. Satiricé al sistema desde niño. Escribía y
confeccionaba revistas en la escuela y las repartía por ahí. Tenía
mucha conciencia de clase, siempre con una astilla en el hombro (como
se dice en el barrio), porque entendía lo que me ocurría y sabía
de la represión de clase que se nos venía. Eso era un pinche dato,
que en el huracán Beatle se me quedó fuera, y me fui mucho más
allá de la realidad por un rato.
Alí:
¿Cuál
crees que haya sido la razón del éxito de la música que hacían?
Lennon: Bueno, en ese entonces se pensaba que los obreros
se habían colado a los reflectores, pero me doy cuenta en
retrospectiva que se trataba del mismo acuerdo chafa que les dieron a
los negros; era como cuando le permitieron a los negros ser
corredores, boxeadores o animadores. Esa fue la opción permitida
entonces –la salida es ser artista pop, que es exactamente lo que
estoy diciendo en la canción “Working class hero” [Héroe de la
clase obrera]. Como le dije a Rolling Stone, es la misma
gente la que detenta el poder, el sistema de clases no ha cambiado ni
tantito.
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