Finalmente ni Paul McCartney ni Yoko Ono tendrán que declarar en un tribunal federal de Miami.
Apple Corps Limited, la compañía londinense que representa el legado de The Beatles, y su subsidaria Apple Records, con sede en Nueva York, llegaron a un acuerdo con la firma Fuego Entertaiment, radicada en Miami Lakes, sobre 15 grabaciones nunca divulgadas de la célebre agrupación.
El documento, de mutua conveniencia para las partes, fue presentado ante un tribunal de Miami este jueves, poniendo fin a la demanda por $15 millones que Apple Corps Limited y Apple Records habían presentado el pasado marzo contra Fuego Entertaiment para impedir la comercialización de las desconocidas grabaciones de The Beatles.
Fuego Entertaiment adquirió el pasado enero las 15 grabaciones "perdidas'' de The Beatles, entre ellas ocho números que no figuran en los discos conocidos de los Fab Four. Las canciones fueron grabadas en vivo en el Star-Club de Hamburgo en el otoño de 1962 y eran propiedad del promotor musical británico Jeffrey Collins, establecido en Coral Springs, Florida.
Entre las joyas musicales conservadas está una versión de Love Me Do que se presume sea la primera actuación de Ringo Starr en la batería de la agrupación tras reemplazar a Pete Best; Ask Me Why intepretada a dúo entre McCartney y John Lennon; y McCartney cantando Lovesick Blues, de Hank Williams.
El acuerdo se realizó fuera de los tribunales, con carácter privado, sin revelarse los términos de la negociación. El documento, firmado con la "mutua satisfacción'' de las partes en litigio, establece que Fuego Entertaiment acepta no divulgar, distribuir, vender u obtener beneficios comerciales del contenido de las grabaciones hechas por la banda en el Star-Club.
Se desconoce el contenido detallado del acuerdo y el supuesto monto monetario involucrado en la negociación.
El empresario cubanoamericano Hugo Cancio, presidente de Fuego Entertaiment, declinó ofrecer detalles sobre el acuerdo y se limitó a decir que tanto él como Collins se encuentran "satisfechos con el resultado de la negociación''.
Cancio, quien arribó a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel en 1980, y Collins, son socios en la corporación Echo-Fuego Music Group, fundada a finales del pasado año.
El Nuevo Herald no pudo localizar al abogado Paul LiCalsi, representante de Apple Records en Nueva York.
El acuerdo marca un precedente histórico en los casos legales establecidos por la Apple respecto a grabaciones musicales. En 1991 la corporación había logrado detener por vía de los tribunales el lanzamiento de The Beatles Live at the Star-Club in Hamburg, Germany; 1962- Vol. I y II, y años después también impidió el lanzamiento de grabaciones similares durante un caso presentado contra la firma Lingasong Music Limited en Londres.
El argumento sustentado por Cancio y Collins al anunciar los planes para producir un disco con las legendarias grabaciones de 1962 fue que, según las legislaciones internacionales, ellos tienen los derechos sobre las cintas musicales del Star-Club. La compañía miamense señaló entonces que las cintas fueron entregadas a Collins por un DJ que había grabado por su cuenta a The Beatles la noche de la presentación en el club de Hamburgo.
Tras la adquisición de las grabaciones, Fuego Entertaiment anunció, el pasado febrero, que la empresa había iniciado el proceso de remasterización digital para mejorar la calidad del sonido y prepararse para un futuro lanzamiento de un disco, que se titularía Jammin' with The Beatles and Friends, Star Club, Hamburg, 1962.
Pero un mes después del anuncio, Apple presentó la demanda contra Fuego Entertaiment alegando violaciones de derecho de autor, marca y otras infracciones durante el proceso de grabación de las cintas, que fueron hechas --según dijo entonces abogado LiCalsi-- ‘‘sin tener la autorización de The Beatles para ser comercializadas".
Apple Corps Limited, la compañía londinense que representa el legado de The Beatles, y su subsidaria Apple Records, con sede en Nueva York, llegaron a un acuerdo con la firma Fuego Entertaiment, radicada en Miami Lakes, sobre 15 grabaciones nunca divulgadas de la célebre agrupación.
El documento, de mutua conveniencia para las partes, fue presentado ante un tribunal de Miami este jueves, poniendo fin a la demanda por $15 millones que Apple Corps Limited y Apple Records habían presentado el pasado marzo contra Fuego Entertaiment para impedir la comercialización de las desconocidas grabaciones de The Beatles.
Fuego Entertaiment adquirió el pasado enero las 15 grabaciones "perdidas'' de The Beatles, entre ellas ocho números que no figuran en los discos conocidos de los Fab Four. Las canciones fueron grabadas en vivo en el Star-Club de Hamburgo en el otoño de 1962 y eran propiedad del promotor musical británico Jeffrey Collins, establecido en Coral Springs, Florida.
Entre las joyas musicales conservadas está una versión de Love Me Do que se presume sea la primera actuación de Ringo Starr en la batería de la agrupación tras reemplazar a Pete Best; Ask Me Why intepretada a dúo entre McCartney y John Lennon; y McCartney cantando Lovesick Blues, de Hank Williams.
El acuerdo se realizó fuera de los tribunales, con carácter privado, sin revelarse los términos de la negociación. El documento, firmado con la "mutua satisfacción'' de las partes en litigio, establece que Fuego Entertaiment acepta no divulgar, distribuir, vender u obtener beneficios comerciales del contenido de las grabaciones hechas por la banda en el Star-Club.
Se desconoce el contenido detallado del acuerdo y el supuesto monto monetario involucrado en la negociación.
El empresario cubanoamericano Hugo Cancio, presidente de Fuego Entertaiment, declinó ofrecer detalles sobre el acuerdo y se limitó a decir que tanto él como Collins se encuentran "satisfechos con el resultado de la negociación''.
Cancio, quien arribó a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel en 1980, y Collins, son socios en la corporación Echo-Fuego Music Group, fundada a finales del pasado año.
El Nuevo Herald no pudo localizar al abogado Paul LiCalsi, representante de Apple Records en Nueva York.
El acuerdo marca un precedente histórico en los casos legales establecidos por la Apple respecto a grabaciones musicales. En 1991 la corporación había logrado detener por vía de los tribunales el lanzamiento de The Beatles Live at the Star-Club in Hamburg, Germany; 1962- Vol. I y II, y años después también impidió el lanzamiento de grabaciones similares durante un caso presentado contra la firma Lingasong Music Limited en Londres.
El argumento sustentado por Cancio y Collins al anunciar los planes para producir un disco con las legendarias grabaciones de 1962 fue que, según las legislaciones internacionales, ellos tienen los derechos sobre las cintas musicales del Star-Club. La compañía miamense señaló entonces que las cintas fueron entregadas a Collins por un DJ que había grabado por su cuenta a The Beatles la noche de la presentación en el club de Hamburgo.
Tras la adquisición de las grabaciones, Fuego Entertaiment anunció, el pasado febrero, que la empresa había iniciado el proceso de remasterización digital para mejorar la calidad del sonido y prepararse para un futuro lanzamiento de un disco, que se titularía Jammin' with The Beatles and Friends, Star Club, Hamburg, 1962.
Pero un mes después del anuncio, Apple presentó la demanda contra Fuego Entertaiment alegando violaciones de derecho de autor, marca y otras infracciones durante el proceso de grabación de las cintas, que fueron hechas --según dijo entonces abogado LiCalsi-- ‘‘sin tener la autorización de The Beatles para ser comercializadas".
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