Friday, 7 September 2012

CUADRO PINTADO POR THE BEATLES EN JAPON SERA SUBASTADO

 
Un cuadro pintado conjuntamente por los cuatro miembros de los Beatles. Eso es lo que se va a poner en venta el próximo 14 de septiembre, según ha anunciado la casa de subastas Philip Weiss, situada en Oceanside (Nueva York). El precio de venta de la pintura, que forma parte de un paquete de artículos pertenecientes al mítico grupo de Liverpool, se calcula que oscilará entre 80.000 y los 120.000 dólares.
El grupo pintó este cuadro –titulado posteriormente «Imágenes de una mujer»– en Tokio, en el año 1966, adonde llegaron el 29 de junio con motivo de una gira por Japón. Y la historia tiene su miga. Como consecuencia del anuncio de que uno de los conciertos de la gira se celebraría en una especie de templo del sumo, los músicos británicos comenzaron a recibir amenazas de muerte, lo cual obligó a extremar las medidas de seguridad. El estadio, conocido como Nippon Budokan, había sido construido en 1964 y estaba pensado para la práctica del judo durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Verano de ese año. Aunque en años posteriores tocarían músicos como Bob Dylan, Eric Clapton y otros muchos, los Beatles fueron los primeros en celebrar un concierto allí, lo cual desató la ira de luchadores y aficionados a las artes marciales japonesas. 
 
Para evitar problemas y por obligación de la membros de seguridad, gran parte de las cien horas que permanecieron en el país las pasaron en la suite del hotel donde estaban hospedados, el Tokio Hilton. Exceptuando una pequeña escapada de Lenon al Mercado Oriental y la Galería Asahi, y un rápido paseo de Paul McCartney por los alrededores del hotel, apenas pudieron moverse del edificio. Para ocupar todo el tiempo libre que tenían entre actuación y actuación, Brian Epstein, manager del grupo en ese momento, les entregó un lienzo de 75 cm x 100 cm, unas pinturas y algunos pinceles, y les propuso pintar un cuadro entre todos. Extendieron la tela sobre una mesa rectangular, alumbraron el cuarto con una una lámpara que situaron en el centro de la mesa –en mitad del lienzo– y los cuatro músicos se sentaron alrededor, escogiendo cada uno un cuadrante distinto. Cuando levantaron la lámpara de la mesa, quedó marcado el círculo blanco donde se había posado. El espacio que dejaba fue aprovechado para estampar la firma de cada uno. 
Este ejercicio, lejos de suponer un mero pasatiempos para los Lennon, McCartney, Starr y Harrison, tuvo un efecto casi anestésico sobre los músicos. Robert Whitaker, autor de la fotografía, declaró: «Nunca los había visto tan calmados. Estaban trabajando en algo que evadía sus personalidades. Creo que es el único trabajo que hicieron todos juntos que no tuviera relación con la música. Era genial ver cómo no dejaban la pintura ni cuando llamaban a sus novias o mujeres. Paraban de pintar sólo para ir a un concierto. Tocaban y volvían al cuadro».
Cuando finalizaron el cuadro se lo entregaron como obsequio a Tetsusaburo Shimoyama, presidente del club de fans de los Beatles en Japón, que lo conservó durante años. Aunque no se conoce con certeza el recorrido que ha seguido el cuadro hasta hoy, el señor Weiss, propietario de la casa de subastas que lo pone ahora a la venta, declaró que creía que el propietacrio actual había comprado el cuadro directamente a Shinoyama, problablemente en la década de los noventa. En 2002 se puso en venta por eBay, pero fue retirado de la subasta tras no satisfacer las pretensiones económicas de su vendedor.

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