Nacho Granda, un madrileño que en la actualidad dirige la cocina del prestigioso Mandarin Oriental de Barcelona, cuenta su experiencia con Paul, en México.
Granda es un chef con reputación internacional,de 38 años. Su contacto con Paul fue en uno de los mejores hoteles de México, cuando lo contrataron en el 2001 para ser chef ejecutivo de su prestigioso restaurante.
En el Caribe pasó nueve «maravillosos» años de su vida, durante los cuales conoció a su esposa, y en los que tuvo la oportunidad de cocinar para grandes personalidades mundiales como jeques árabes, jefes de estado y a Paul McCartney. Granda recuerda con especial cariño una anécdota que le ocurrió durante la estancia de Paul en el hotel mexicano. Al parecer, Paul acudió allí con su novia para relajarse y apenas salía de su habitación, por lo que el único contacto que tenía con la gente era con su masajista y con Granda, a los efectos su chef personal.
Como sabemos, Paul es vegetariano, así que tenían que ingeniárselas para prepararle un plato distinto y cautivador en cada comida. Menos un día, cuando en un arrebato de energía «nos dijo que le apetecía prepararse el desayuno él mismo».
A las pocas horas Granda entró a la habitación y vio que se había preparado una tortilla francesa. «Me ha sobrado media tortilla y la he guardado por si la puedes aprovechar para algo, pruébala si quieres», le dijo Paul. «Me sorprendió muchísimo que una persona que lo ha sido todo y que tiene todo el dinero del mundo guardase la mitad de una tortilla que, por cierto, estaba sosa, para ver si la aprovechábamos. Menos mal que luego le hicimos un arroz con soja al que le añadimos la parte sobrante», relata Granda entre risas. Al despedirse, McCartney le regaló una foto con su firma y un texto en el que le agradecía su dedicación, además de felicitarle por su buen hacer culinario.
(ine.es)
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