Sunday 27 June 2010

LIBRO RELATA VACACIONES DE THE BEATLES EN TENERIFE 1963

Tenerife podía haber presumido de acoger uno de los únicos conciertos gratuitos de los Beatles en toda su historia. Era mayo de 1963 y Paul, George y Ringo habían ido a la Isla –John prefirió Torremolinos– a descansar y huir de una fama que comenzaba a envolver sus vidas. Pero el encargado del club nocturno de San Telmo, en Puerto de la Cruz, al que se ofrecieron les dijo y les insistió que no era posible. El problema: le parecieron demasiado modernos para el ambiente. Este y otros muchos pasajes de aquella estancia de diez días de los de Liverpool en Tenerife han salido ahora a la luz, con todo lujo de detalles, gracias a la investigación del historiador tinerfeño Nicolás González Lemus.

Los tres pasaron sus primeros días por el bronceado color gamba, por lo que la gente venían cada vez en mayor número a pasar unas vacaciones a Tenerife. Pasearon por las calles de La Orotava, por playa Martiánez, por las piscinas portuenses de San Telmo (hoy Lago Martiánez) y por la plaza del Charco. Visitaron el observatorio de Izaña y el Parador del Teide y además asistieron a dos corridas de toros en la plaza de Santa Cruz. Pero por lo único que llamaron la atención fue por el pelo excesivamente descuidado que lucían para la España franquista de entonces, en la que no se podía caminar por las calles en pantalón corto. A las mujeres ni se les permitía bañarse en la playa en bikini.

Nadie sabía que aquellos tres turistas eran Paul, Ringo y George, quienes junto con John darán su salto a la gloria apenas unas semanas después de aquella estancia plácida y ajetreada en Canarias. Nicolás González Lemus era todavía un niño en aquel tiempo y tampoco los conocía. Ni siquiera supo que estuvieron tan cerca. Los descubrió tres años después, gracias al viejo transistor con el que su padre escuchaba el programa de Radio Nacional Para vosotros, jóvenes, presentado por José María Íñigo. Pero tuvo que esperar a que su amigo de quinto de bachillerato, Jesús Ramón, lo invitara a su casa a escuchar en estéreo los temas de Help! para quedar definitivamente enganchado. Aquella beatlemanía temprana de González Lemus siguió creciendo hasta que en 1995, una familia británica residente en la Isla, los Felsing, lo invitaron a almorzar. Se habían enterado de que había escrito un libro sobre la comunidad de compatriotas en Tenerife. "En esa comida me comentaron que los Beatles habían pasado unos días en un chalet de Los Realejos. Ahí empecé a planear hacer un libro con todos los detalles". "The Beatles en Tenerife, estancia y beatlemanía" es el título de la obra de este investigador y librero tinerfeño. Fue presentada el pasado viernes en un hotel de La Orotava, con música del grupo de fondo, y contiene fotos inéditas de Paul, Ringo y George en la costa de Puerto de la Cruz. Ya se conocían aspectos de aquella visita en la que Tenerife ignoró a los Beatles, pero no con datos tan pormenorizados como los obtenidos por Nicolás González.

Por ejemplo, que John Lennon prefirió acudir a Torremolinos, Málaga, acompañando al representante del grupo, Brian Epstein y con permiso de su esposa de entonces, Cynthia. O que los otros tres integrantes de la banda aterrizaron en Los Rodeos a las 13:00 horas del domingo 28 de abril de 1963, a bordo de un reactor Britannia de la British United Airways (BUA) que llevaba otros 14 pasajeros y que había hecho escala en Barcelona, procedente del aeropuerto londinense de Gatwick. Es curioso que los tres beatles vinieran a Tenerife en busca de tranquilidad para huir de una fama incipiente y que, al mismo tiempo, se quejaran de que nadie los conociera en Tenerife. Acababan de grabar su tercer single y de editar el LP Please Please Me y ya empezaba a resultarles fastidioso que todo el mundo los conociera en su país y en media Europa. "En las Canarias nadie nos conocía y eso empezó a mosquearnos un poco. ´¿Nos conocen? The Beatles... ya saben´. Y ellos decían que no", cuenta Paul McCartney en Antología.

Pero más le enfadó a González Lemus confirmar que durante aquella estancia, Puerto de la Cruz perdió la oportunidad de albergar un concierto de aquellos genios de la música. El administrador del club Lido San Telmo, en las piscinas portuenses, rechazó el ofrecimiento espontáneo de Paul, Ringo y George de tocar gratis porque aquel no era un club para "melenudos", sino para personas respetables. David Gilbert era el responsable de aquel local y todavía sigue hoy arrepentido por aquello. ¿Y por qué eligieron Tenerife cuando en aquellos principios de los 60 no era un destino de masas? Según el libro de Lemus, por consejo de los diseñadores alemanes Astrid Kirchherr y su novio Klaus Voormann, amigos de la banda en 1960, cuando comenzaron a actuar en el puerto de Hamburgo, Alemania.

Klaus les ofreció una casa tranquila que su padre, el médico Maximiliam Voormann, había adquirido por 40.000 pesetas en La Montañeta, Los Realejos. "No había electricidad, así que nos sentimos como auténticos bohemios", comentó Ringo en Antología. La llamada Casa de la palmera no estaba todavía terminada. Tenían que alumbrarse con quinques y velas, y para cocinar dependían del gas butano. El conjunto de diez chalets estaba aislado, en un paraje rural que por no tener, no tenía ni servicio de recogida de basura. Pero a los tres beatles y a Astrid, que había dejado a Klaus -dicen, cortejaba a George, les pareció una experiencia romántica. Las vacaciones habrían sido menos intensas de no ser porque el padre de Klaus les prestó un deportivo descapotable rojo, un Austin Healy Spritney matrícula GC-14112 que hoy se conserva. De ahí que pudieran visitar el casco de La Orotava, ver en acción en la plaza de toros de la capital a los diestros Fermín Trujillo, el matador Miguelín y el rejoneador mexicano Gastón Santos; detenerse a tomar unos cafés y refrescos en el Parador de las Cañadas del Teide o visitar el Roque Cinchado.

Pero la mayor parte del tiempo la pasaron en Puerto de la Cruz, haciendo compras en el antiguo mercadillo de la calle de Las Lonjas, disfrutando del clima primaveral en las piscinas de San Telmo y conversando en la cafetería de la plaza del Charco. "Me acuerdo de las playas negras. Estuvimos demasiado rato al sol y acabamos quemadísimos, algo típicamente británico. El primer o el segundo día, Ringo y yo pillamos una buena insolación y recuerdo que pasé toda la noche temblando", contó George Harrison. Era relativamente normal que nadie en la Isla supiera quiénes eran. Empezaban a arrasar en Europa, pero aquella España dictatorial, devota y sin libertades estaba lejos, demasiado, del dinamismo, el desarrollo y la modernidad de Gran Bretaña o Alemania. Y más estaba Canarias. Pero hubo un hecho que pudo haber llevado a las portadas la presencia inadvertida de los Beatles en Tenerife.

Le pasó a Paul una mañana que fueron a bañarse a la playa Martiánez. "Me atrapó una corriente. Estaba en el mar y pensé que podía volver a la playa nadando, pero enseguida me di cuenta de que no me acercaba. Lo cierto es que cada vez estaba más lejos", recordó McCartney en las memorias . Paul estuvo muy cerca de ahogarse. Otros turistas habían perecido antes por las fuertes corrientes y el desconocimiento de esa zona del litoral portuense. Después del susto, el grupo no volvió a visitar aquella playa y centró sus baños en las piscinas de San Telmo. El Teleférico del Teide aún no estaba terminado, la zona turística del Sur no existía y Puerto de la Cruz acaparaba la llegada de extranjeros al tener las mejores instalaciones.

La ciudad estaba en el proceso de dejar de ser un barrio de pescadores y ya se palpaba la fiebre constructora, gracias a que la cifra de visitantes había superado los 16.000 y a que el régimen había percibido por fin que debía abrirse al mundo porque el turismo empezaba a traer muchísimo dinero. Era mayo de 1963, ellos recorriendo el puerto de Santa Bárbara, comprando frutas, verduras y hasta un sombrero cordobés (lo adquirió Ringo) en el mercado, estirando las piernas por la avenida de Colón. A las 13:55 de la tarde del 9 de mayo de 1963, Paul, Ringo y George, acompañados por la rubia y bella Astrid, tomaron un avión en Los Rodeos de regreso a su país, vía Agadir (Marruecos). Muy poco después, se publicó She loves you, la canción con la que pusieron a Inglaterra a sus pies. Se vendieron más de un millón de copias y el LP Please Please Me accedió al número uno de las listas.

(laopinion)

2 comments:

  1. Ey, pues a ver si lo encuentro, que lo tengo que leer y comentar en beatlebooks!!

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  2. no me merece mucho la pena el libro, tiene fallos, faltan datos y no cuenta nada nuevo que no se sepa...y SOLO hay 3 fotos

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