Wednesday, 7 April 2010

PAUL DIO ENTREVISTA ANTES DE LLEGAR A PUERTO RICO

Paul dió una entrevista telefónica a la publicación "El Nuevo Dia" de Puerto Rico antes de viajar a este país.

Cuando el grupo inglés The Beatles se encontraba en la cúspide del éxito, allá para la década del 60, sus cuatro integrantes jamás imaginaron que su música trascendería por generaciones.

“Nosotros siempre pensamos que sólo sería la generación y la próxima, pero la música de los Beatles parece que trascendió a todas las generaciones. Originalmente pensábamos que la gente crecería y se cansaría, pero ahora parece ser más popular que nunca”, aseguró Paul McCartney, en entrevista exclusiva con El Nuevo Día.

El músico ha comprobado la extensión de la estimación por su música al darse cuenta personalmente que desde gente de su edad hasta chiquillos de escuela elemental se deleitan con ella.

“Una de las cosas que más disfruto al hacer conciertos es ver a niños como de ocho años entre la audiencia y ver que se saben mi música. Es una locura, pero me encanta. Entonces, le gusta a sus papás y a los papás de ellos. A veces tenemos de tres a cuatro generaciones en los conciertos. Es muy interesante, porque soy hombre de familia; me encanta la familia y adoro ver eso en mi público”, dijo satisfecho.

A lo largo de los años, el ex Beatle también ha comprobado que la música de la banda no sólo trascendió generaciones, sino también culturas. Por medio de sus numerosos viajes por el mundo, ha tenido experiencias que le demuestran que el idioma no ha sido una barrera para que sus melodías conquisten lugares insospechados. Es más, afirma que han servido para que muchos aprendan inglés.

“Estoy muy orgulloso de eso, es un logro, definitivamente. Una vez estuve en Rusia y conocí a mucha gente del gobierno y un hombre me dijo ‘I learned English from Beatles’ y le dije: ‘¿Ah si?’, y dijo así: ‘Hello, goodbye’ (título de una de las canciones más famosas del grupo). Fue una locura. ¡Fabuloso!”, sostuvo mientras reía al imitar el acento del hombre.

Sin embargo, no es prisionero de su popularidad. Aunque luego del homicidio de John Lennon, en 1980, temió ser el próximo Beatle asesinado, McCartney parece haber superado el miedo. De hecho, mientras realizaba esta entrevista conducía su propio carro por Londres.

“Primero que nada trato de disfrutar. Cuando empezamos con los Beatles llegué a un punto en que me di cuenta de que íbamos a ser bien famosos. Al principio fuimos un poco conocidos en Inglaterra, luego en Alemania y después en el resto de Europa. Entonces me di cuenta de que esto sería grande, así que me dije: ‘Si no quiero esta conmoción debo parar ahora, pero si quiero continuar en la música debo desarrollar una estrategia para lidiar con el trajín’. Eso es lo que hago, insistir en ser yo mismo”, afirmó.

El cantante cuenta que ha desarrollado una dinámica interesante cuando se encuentra en diligencias personales y un fanático se le acerca para pedirle un autógrafo o tomarse una foto con él.

“Por ejemplo, si estoy en el supermercado y alguien llega hacia mí y me pide tomarse una foto conmigo le digo: ‘Mira, lo siento mucho, pero es bien difícil para un hombre ir de compras; no sabemos dónde está el cereal. Así que hagamos esto, te doy la mano... converso contigo. Porque tan pronto me tome una foto contigo, otra persona querrá una también y no podré terminar mis compras’ ”, narró con simpatía.

Es con esos límites que el artista puede llevar una vida parecida a la de cualquier ciudadano, lo que le ayuda a tener un balance en su vida y poder disfrutar de todos los aspectos de su carrera.

“Al final es mejor para ellos porque en vez de tener un pequeño autógrafo tienen la historia de su gran conversación conmigo. De esa manera, permanezco siendo yo mismo. Por un lado siento que soy una celebridad y, por el otro, el mismo hombre que siempre he sido. Y la gente es fantástica porque lo entiende. Ocasionalmente, algunos protestan, pero les digo que lo siento, pero es mi regla. La mayoría de las personas lo comprenden y les gusta, dicen que les hace sentido”, añadió.

McCartney sabe que en Puerto Rico se habla español y cuenta que de pequeño tomó clases de este idioma en la escuela. Al final de la entrevista intenta hacer gala de su destreza y trata de enviar un saludo: “Muchas felicitaciones a los lectores de El Nuevo Día”. Lo intenta una vez, dos, tres... y continúa sin rendirse hasta que llega cerca.

“¡Vamos, es muy largo! ¡Pero me acerqué bastante! Lo aprenderé cuando vaya a Puerto Rico, entonces lo diré perfecto”,aseguró antes de exclamar, como quien acaba de recordar algo importante.

“¿Quieres oír más? Voy a decir un poema que aprendí en la escuela: Tres conejos en un árbol tocando el tambor. ¡Que sí, que no, que sí lo he visto yo! ¡Eso es!”, entonces soltó una carcajada y se despidió como si se tratara del punto final de alguna de sus canciones: “¡Yjjjaaaa!”.

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